Una de las cosas más importantes que pueden hacer los padres, además de mantener a los niños sanos y seguros, es leer con ellos. Eso significa comenzar cuando son recién nacidos y ni siquiera son capaces de hablar, y continuar más allá de los años que pueden leer por sí mismos. Estudio tras estudio demuestran que la lectura temprana con los niños los ayuda a aprender a hablar, a interactuar, a relacionarse con los padres y otros niños, y a desarrollar la lectura temprana. Por su parte, la lectura con niños que ya saben leer los ayuda a sentirse más cerca de sus padres, a comprender el mundo que los rodea y a ser empáticos.

Es muy importante comenzar a leer desde el primer día. El sonido de la voz de sus padres, la lectura poética de cuentos y libros, hacen que los pequeños se sientan más cercanos a sus padres, y viceversa. Los expertos aconsejan dedicar una hora al día a la lectura y elegir momentos regulares (especialmente antes de la siesta y antes de dormir). Pero también deben estar dispuestos a leer en cualquier momento del día en que sus hijos se encuentren de ánimo.

A medida que comienzan a crecer, los padres deben asegurarse de que haya cuentos disponibles en todas partes del hogar. Las estanterías deben ser lo suficientemente bajas como para que los niños alcancen el libro que quieran leer. Debe haber cuentos junto a sus camas, en la sala de juegos, en toda la casa. En viajes en automóvil, a la tienda de comestibles o incluso a la sala de espera del consultorio del médico, los niños deben estar acompañados de libros. En lugar de entregarles un dispositivo móvil, los padres deben darles un cuento que les encanta. Cuanto más accesibles sean los libros, más aumentará su frecuencia de lectura.

Y esta actividad no debe terminar cuando los niños comienzan a leer solos. A medida que se convierten en lectores independientes, los padres deben motivarlos a seguir leyendo, a escoger las historias por su cuenta, a proponer nuevos relatos, discusiones e intercambios sobre las historias leídas. De esa forma, compartirán momentos especiales y estarán unidos.

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La empatía es la capacidad que tiene una persona para ponerse en el lugar de otra, de preocuparse por ellos, de comprender sus sentimientos y pensamientos distintos. Es algo que se debe de trabajar desde temprana edad, por eso es importante desarrollarla en los niños a través de distintas herramientas; una de las más útiles es la lectura de cuentos.

Los niños son sociables tanto en la escuela, con la familia, en paseos grupales y en muchas otras circunstancias. Ante ello, la empatía ayuda a entender los sentimientos de quienes los rodean. Es importante garantizar el buen crecimiento de los pequeños y que se conviertan en mejores personas, alejando sentimientos como el egoísmo y la envidia.

La lectura de cuentos no solo estimula la creatividad, sino también hace que los niños sean parte, en su imaginación, de historias en donde conocen y se relacionan con personajes de distintos orígenes, características, y con distintas formas de pensar y actuar. Esto los ayuda a entender y comprender que no todos piensan como uno, y así poco a poco comienzan a tener una actitud más tolerante y respetuosa con los otros.

Estos son los beneficios de la lectura de cuentos:

• Los niños ponen en marcha varios procesos, como la percepción, el razonamiento y la memoria. Las historias los ayudan a entender situaciones que muchas veces no comprenden en el día a día.
• A través de distintas situaciones en los cuentos, como la cooperación y la comprensión social, aprenden a ser más solidarios y vivir en armonía con los demás.
• En la lectura hay varios personajes y muchos puntos de vista. Los niños aprenden que en una historia no siempre hay una sola visión y que cada uno de los personajes es un mundo por descubrir.
• Exploran la vida de los personajes, como sus motivaciones, emociones e ideas. En la vida real, reflejan lo aprendido: aprenden a no juzgar y a percibir las múltiples diferencias que existen.

La empatía es una capacidad clave para relacionarnos con los demás y la lectura de cuentos será la gran aliada para desarrollarla en los niños. Además, es una forma didáctica de potenciar otras habilidades esenciales para su crecimiento. En  Theo y Leo hemos desarrollado una historia que ayuda a los pequeños a integrarse en sociedad y a ser receptivos y empáticos con su entorno, nuestro cuento lo encuentras en nuestra tienda online como Theo tiene un nuevo amigo.

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Por más que lo intenten y hagan su mayor esfuerzo, los padres no siempre triunfan en la tarea de hacerles entender a sus hijos la importancia de respetar las cosas ajenas, ser honesto, responsable, etc. Pero aprender en qué consisten estos valores, y cuál es su importancia para desenvolverse en la sociedad, es una tarea fundamental para el desarrollo de los niños. Es entonces que los padres deben recurrir a nuevas formas de inculcar estos principios y una de ellas es la lectura de cuentos infantiles.

La lectura de cuentos es una actividad básica e indispensable para la formación integral de los niños porque les ayuda a desarrollar su empatía; es decir, la capacidad de ponerse en la situación de otra persona e identificar nuevas emociones. Mediante la fantasía y creatividad de los cuentos infantiles, los niños logran identificarse con los protagonistas y las peripecias que viven y así aprenden el significado de la generosidad, la tolerancia o la solidaridad.

Y existe algo todavía mejor: los cuentos personalizados. Se trata de un formato de texto e imágenes en donde aparece el nombre del pequeño como protagonista, quien se convierte en un personaje activo en la narración. Con estos cuentos, tus hijos tienen la posibilidad de ser los propios protagonistas de lo que están viendo y leyendo. Y no solo eso: en Theo y Leo ilustramos a tus hijos mediante la entrega de una fotografía suya, y los hacemos parte de la aventura gráfica desde el inicio hasta el final de la historia.

Por ejemplo, en Theo tiene un nuevo amigo, los niños descubrirán a ser tolerantes hacia diferentes culturas y tradiciones. Este cuento promueve la empatía, la prudencia y enseña a los pequeños a ponerse en el lugar de los demás.

Asimismo, en Theo descubre palabras mágicas, los más pequeños comprenderán el valor de los buenos modales a través de simples y poderosas palabras de cortesía. Además, se reforzará en ellos la confianza, la autoestima y la importancia del compañerismo.

Por otro lado, Theo aprende a compartir es un cuento que fomentará en los niños la convivencia en armonía desde los valores como la generosidad y el respeto hacia su entorno. Descubrirán que compartir es algo más que prestar objetos.

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Los niños siempre buscan cosas con las que divertirse y qué mejor que desarrollar el hábito de lectura en ellos con un formato muy dinámico y didáctico: el cuento. A través de ellos, los pequeños desarrollan su creatividad y valores gracias a las historias e imágenes, las cuales dan riendas a su imaginación sin límites.

Las historias atrapan su interés, los incentivan y motivan a seguir leyendo. El crecimiento de la capacidad creativa se debe a que los niños tienen la opción de expresar sus emociones y sentimientos al identificarse con los protagonistas del relato. Ellos imaginan y crean nuevas situaciones en sus mentes tomando en cuenta lo que leen.

Por otro lado, también es importante el trabajo de los padres luego de la lectura. La creatividad se forja después de leer un cuento, cuando el niño da pie a su imaginación para escribir por su cuenta, dibujar o solo pensar en más detalles acerca de la lectura. Por ejemplo, los papás pueden realizar una actividad muy buena con ellos: inventar una historia diferente a partir de lo que acaban de leer.

Juntos pueden compartir opiniones sobre las acciones o actitudes de los personajes y los motivos detrás de sus actos. Incluso pueden inventar nuevos personajes o pensar en cómo sería la continuación del cuento, una historia paralela, o simplemente hablar sobre nuevos y posibles sucesos.

Estos ejercicios estimulan la imaginación y la habilidad de crear una nueva historia. Además, es un momento de unión familiar y en donde el niño sentirá que sus ideas no son subestimadas, sino alentadas y motivadas por sus seres queridos. Esa es la clave para fomentar la creatividad: contar con personas que motiven y apoyen con la creación de nuevas narraciones. También es fundamental acompañar al niño y orientarlo respecto a las dudas que pueda tener acerca de los cuentos leídos.

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