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23/07/2020 Autor Redaccion 0 Comments

¿Por qué es necesario fomentar la curiosidad en los niños?

La curiosidad es un rasgo del ser humano que lo acompaña desde su nacimiento. Los padres debemos fomentar la curiosidad en los niños porque esta será uno de los elementos principales para el aprendizaje de los pequeños.

El hecho de que los niños pregunten el por qué de todo lo que les rodea, de forma genuina y sin filtro, es un proceso normal de su desarrollo. Pero ¡cuidado! con responder a la ligera.

Los padres debemos tener la mejor disposición para satisfacer su necesidad de conocimientos ante sus preguntas y potenciar aún más su curiosidad para que indaguen, experimenten y aprendan.

¿Por qué debes fomentar la curiosidad infantil?

La curiosidad es aquello que nos motiva e impulsa a buscar respuestas sobre algo que ha llamado nuestra atención. Los niños son como esponjitas, aprenden muy rápido y, además, tienen a su favor una imaginación muy prolífera.

Nuestra tarea es incentivar diariamente su curiosidad. Una opción no solo se refiere a la creación de historias fantásticas sino también a la resolución de problemas y la búsqueda de nuevas formas de plantear conclusiones e hipótesis.

Los beneficios más resaltantes de estimular la curiosidad en los niños son los siguientes:

  • Estimulas su imaginación.
  • Lo ayudas a fortalecer sus relaciones con los que le rodean.
  • Favoreces su instinto de experimentar.
  • Proteges su cerebro.
  • Lo animas a crear e innovar.
  • Lo ayudas a superar con la ansiedad.

Consejos para NO FRENAR la curiosidad

A veces el miedo como padres nos hace adquirir hábitos protectores que, sin darnos cuenta, frena el impulso de nuestros pequeños por explorar aquello que no conocen. Para ello, aconsejamos evitar:

  • La sobreprotección, ya que esto fomentará su miedo por las cosas nuevas.
  • Evitar frases negativas como: “No corras, porque te caerás”; “No toques, porque lo puedes dañar o te puedes lastimas”, entre otras.
  • Desaprobarlo por sus acciones sin explicaciones. Si repites el no de forma constante, como: “No lo hagas”; “No vayas”; “Cállate”. Está bien utilizarlas algunas veces, pro no hacer uso excesivo de estas palabras.

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