Es la primera semana de clases y, después de toda la emoción que
implica volver al colegio, los pequeños ya van dejando su rutina de verano de
lado. No obstante, hay algo que debe mantenerse: la lectura como una actividad
para potenciar la imaginación y la creatividad.
Mantener o instaurar dinámicas de lectura para tus pequeños los ayudará a volver a clases, enriquecer su lenguaje y aumentar su concentración. Si bien muchos adultos reconocen los beneficios de la lectura, muchos de ellos no se toman el tiempo para ejercer esta actividad. ¡Crea estas tres dinámicas de lectura y lee con tus hijos!
Cuentos para el almuerzo
Acostumbrar a los pequeños a leer puede ser una tarea compleja y una buena manera de hacerlo es asociarla a una actividad diaria. Muchos padres aprovechan la hora de la comida para leerle a sus hijos, generalmente después de terminar de comer.
Recuerda que es importante establecer una relación amistosa con los
libros, por lo que la lectura después de la comida debe ser de un libro
escogido por ellos, con el que se relacionen positivamente. Es muy importante
que siempre tengan un libro cerca y que esta actividad se mantenga incluso si
se trata de comer afuera.
A la hora de dormir
Otra opción es leerles un cuento infantil antes de ir a dormir. El
niño disfrutará de la historia y de compartir ese momento contigo. Un cuento
antes del descanso les ayuda a dormir mejor, cultiva su imaginación, su
concentración y potencia el vínculo entre padres e hijos.
Cuentos que van de paseo
Una alternativa moderna y que cumple una función igual de importante
son los audiolibros, es decir, un libro que puedan escuchar. Bien sea de camino
al colegio, de vuelta a casa o cuando se desplazan a otra actividad, escoger un
cuento corto o una novela que puedan escuchar día a día favorecerá el
desarrollo de sus habilidades cognitivas y su escucha atenta.
Es importante destacar que, en todas estas actividades, debes
acompañar a tu hijo, sin obligarlo, y sin que sea para ti una tarea ardua. La
mejor forma de que un niño tenga una experiencia positiva de lectura incluye la
participación efectiva de sus padres. Establece dinámicas e incentiva el cariño
por el estudio a través de estas.
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