Cuando tenemos hijos en casa, buscamos lo mejor para ellos: que se alimenten saludablemente, que tengan una educación de calidad y que no adopten vicios en sus primeros años de vida. Algo que solemos hacer es inculcarles nuestras propias pasiones. La lectura puede ser una de ellas y es totalmente recomendable introducirla en los niños desde pequeños.

Sin embargo, en ocasiones, los padres cometen errores involuntarios que hacen que sus hijos no cultiven el buen hábito de leer. A continuación, una lista de esas malas acciones que debes evitar en todo momento:

• Obligarlos a leer. La lectura debe ser una actividad placentera, hecha con gusto y que enriquezca la vida de tus pequeños. Sin embargo, algunos padres la transforman en un castigo al imponerla si el niño no obedece una orden. Este es un gravísimo error que debe evitarse a toda costa.

• No acercarlos a los libros. El parque o el cine son las primeras opciones que tienen los padres cuando quieren salir de paseo con sus hijos. Pero si quieren que ellos se acerquen a la lectura, sería bueno llevarlos a la librería o a una biblioteca. Así comenzarán a interesarse por los libros.

• No jugar al leer. No basta con estar a su lado durante la lectura. Hay que hacer que esta actividad sea entretenida. Entonces, si el libro tiene personajes extravagantes, no estaría mal imitarlos o interpretarlos; incluso disfrazarse de ellos. Así tus hijos sentirán que leer es divertido y lo harán a diario.

• Descuidar sus preferencias. A medida que los niños crecen, sus gustos cambian. Puede ser que, al principio, estén interesados en historias sobre aventuras; sin embargo, ahora prefieren las ficciones. Entonces, los padres deben estar atentos a estos cambios al momento de comprarles libros y dejar que ellos escojan qué prefieren leer.

• Darles malas distracciones. Es importante remarcar que vivimos en un mundo en donde la tecnología manda. Niños de 5 o 6 años ya tienen acceso a Internet y demuestran sorprendentes habilidades para navegar en la web. El uso excesivo de tabletas, teléfonos inteligentes o iPads también puede alejarlos de la lectura.

Un estudio realizado en Australia en 2016 analizó a 997 niños y encontró que la frecuencia de lectura en los pequeños era menor cuando estos tenían acceso a una mayor gama de aparatos tecnológicos. Así que lo recomendable es controlar el manejo de la tecnología en los niños, sobre todo en sus primeros años.

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Los padres siempre van a querer lo mejor para sus hijos: la mejor educación, alimentación, salud o, incluso, los mejores amigos. Sea como sea, buscarán la manera de hacerles la vida más sencilla para que no sufran o pasen malos momentos en sus primeros años de vida. Sin embargo, tendrán que tener mucho cuidado con un gran error: la sobreprotección.

La sobreprotección es un factor perjudicial para la educación de los niños. Principalmente porque no permite su evolución y limita su aprendizaje día a día. Con frecuencia, los padres cometen esta equivocación y terminan aplicando un estilo educativo sobreprotector. Esto consiste en limitar la autonomía de los niños, manteniendo una elevada vigilancia sobre ellos e impidiendo que desarrollen sus habilidades.

Muchos padres creen que cuidando excesivamente a sus hijos están demostrando amor; sin embargo, lo cierto es que les están ocasionando grandes daños. Estas son las consecuencias que puede generar la sobreprotección en los niños:

• Baja autoestima. Sentirán que no son capaces de resolver sus propios problemas y tendrán poca seguridad en sí mismos.
• Pasividad. Si les damos todo solucionado, adoptarán una postura de comodidad en lugar de ser proactivos y animarse a tomar acciones por cuenta propia.
• Dependencia. Cada vez que tengan que enfrentar un problema, acudirán a los padres. No serán capaces de encarar nuevos desafíos.
• Retraso en el aprendizaje. Demorarán más de lo debido en desarrollar competencias sociales o habilidades de autocuidado personal.
• Baja tolerancia a la frustración. Como nunca han enfrentado problemas porque sus padres siempre resolvían todo, les costará mucho lidiar con la frustración.

Por lo general, la sobreprotección es consecuencia del intento de los padres de ahorrarles tristezas a sus hijos. Sin embargo, lo ideal es evitar caer en actos sobreprotectores y dejar que los pequeños actúan libremente y aprendan a través de sus propias experiencias. Seguramente, se equivocarán con regularidad, pero estos tropiezos serán la base de su formación.

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Educar y guiar a los hijos es una bendición para los padres. Pero no es una tarea sencilla, pues requiere mucha paciencia y perseverancia. Aquí te brindamos cinco consejos para que la educación de tus hijos sea óptima y conlleve un proceso tranquilo en casa.

1. Separa los problemas personales. Muchas veces, debido a conflictos en el trabajo o ajenos a la familia, los padres tienen reacciones negativas con los comportamientos de sus hijos. Por ello, lo importante es que separes cualquier problema que pueda afectar tu juicio en el hogar. Por ejemplo, después de salir del trabajo y entrar en casa, date un tiempo para relajarte, meditar y crear un espacio de bienestar con tus pequeños.

2. Utiliza estrategias adecuadas. A veces, guiar, educar u orientar a un hijo requiere de métodos especiales, ya que ningún niño es igual a otro. Puedes consultar con un profesional o investigar al respecto.

3. Sé empático. Recuerda que los niños cometen errores; pueden ser distraídos o presentar problemas de atención o concentración. Analiza qué debilidad presenta tu hijo y comienza desde allí, planificando cómo será la educación que le brindes.

4. Establece normas. No es necesario llegar a un límite para perder la paciencia. Fija rutinas, reglas y otras medidas realistas que tu hijo pueda cumplir y así conocerá más sobre sus responsabilidades.

5. No tomes decisiones en un momento de enojo. Por ejemplo, cuando tus hijos se peleen, sepáralos y dales un tiempo para que reflexionen sobre lo que han hecho. Por otro lado, date un espacio para meditar sobre la medida que tomarás. Nunca es bueno tomar una decisión o reaccionar bajo los nervios o el enojo.

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La educación de un hijo es uno de los objetivos más importantes para los padres. Esto inicia desde la elección correcta del colegio en donde estará, pues la institución educativa puede influenciar mucho en los pequeños. Por ello, aquí te brindamos algunos tips claves para elegir el colegio adecuado.

1. Las actividades extracurriculares. Revisa qué ofrece la escuela, desde talleres, deportes o eventos, ya que de esto dependerá el desarrollo del niño en diversas competencias y habilidades.

2. Conoce las instalaciones. La infraestructura, los equipos tecnológicos, las carpetas, entre otros detalles, son importantes de evaluar porque de ello dependerá también la comodidad del niño y que su proceso de aprendizaje se brinde sin inconvenientes.

3. Analiza el ideario. Estudia las líneas morales que tiene el colegio, pues deben adaptarse con la educación y los valores que tú estás formando en tu hijo desde el hogar.

4. Considera el método de aprendizaje. Puedes solicitar información acerca de las técnicas o herramientas que utilizan para la enseñanza. Cada colegio posee un sistema con ventajas o desventajas, de allí la necesidad de evaluar cada uno de ellas. Asegúrate que se priorice aspectos como la creatividad y la buena comunicación.

5. Otros detalles. Contempla factores como la cercanía del colegio, el número de alumnos que hay por salón, el proyecto educativo que tiene la escuela e incluso el currículum de los profesores. Todo esto te ayudará con la elección.

Elige también una escuela en donde contemplen la prevención sobre situaciones de acoso escolar o bullying, pues es un aspecto fundamental para asegurar el bienestar de tu hijo durante su educación. Recuerda también que no siempre los colegios más costosos son los mejores; es importante evaluar cada uno de los factores antes mencionados.

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